Hubo días
en que nos
sentimos dioses
fueron días
de telarañas
en la razón
Venías a mí
desde la bruma
de los
deseos muertos
Creíamos
que lo
podíamos todo
que éramos
semi dioses
dueños
de nosotros
mismos y el tiempo
y nada se
nos resistiría
Luego el
camino
se hizo
cuesta y noche el día
todo fue un
sueño de bosques
y luna llena
La corriente
nos llevó y nos trajo
pero el anhelo púrpura perdura
en tí y en
mí
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