lunes, 5 de septiembre de 2022

Diario de un día cualquiera 3 setiembre . Tránsito

 

 

 


 

 

 

Lo que más deseaba era tomarle de la mano y caminar con él por aquella nueva ruta, pero él siempre se adelantaba tres o cuatro pasos, como si quisiera enseñarme el camino. No miraba hacia atrás, con zancadas seguras, buscando el horizonte, parecía tener prisa, pero tampoco deseaba alejarse demasiado para no dejarme sola en medio de aquel lugar dulce y amargo a la vez.

Pronto aumentó la distancia, sus pies parecían sobrevolar el suelo, podía contemplar su nuca poblada de cabellos plateados. De pronto, en un parpadeo, desapareció.

 

 

 

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