viernes, 6 de noviembre de 2015

Vivos y muertos


(NW - Tema: Cementerios)









En ningún lugar del pueblo podía respirarse la paz que se sentía allí. A Joe le gustaba sentarse, en las noches estrelladas, protegido por el gran crucifijo del panteón de la familia Post, para que nadie, sobre todo el guarda del cementerio, pudiera verle. Si alguien se enterara de que hacía aquello, diría que siempre había sido bastante extraño y de nuevo volverían los comentarios a revolucionar el pueblo. Por eso nadie debía saberlo, ya había tenido suficiente con lo sucedido.

Después de todo qué tenía de extraño que le gustara aquel ambiente algo siniestro y qué si quiso llevar allí a Mery y hacerle el amor sobre la lápida del panteón de su padre. A ella no le pareció mala idea, por lo menos al principio. Después, cuando la piedra pareció moverse, se puso histérica y comenzó a gritar No sirvió de nada que le dijera que había sido a causa de lo vieja que era la tumba y de las embestidas nacidas de la pasión.

Le hicieron la vida imposible, nadie le hablaba, todos le miraban como si fuera un bicho raro. Las chicas huían cuando le veían acercarse y hasta su padre le llamó loco y le dijo que no quería saber nada de él en lo sucesivo.


Del blog Fantífica

Esta de hoy era una noche muy especial, le gustaba contemplarla en la oscuridad. Veía a los niños salir de sus casas disfrazados con sus máscaras, agrupándose para tocar los timbres de las casas y ofrecer ¡susto o trato! A veces una lágrima rodaba por su mejilla recordando que nunca, en su infancia, había podido hacer lo mismo. Eso son tonterías, decía su padre muy enfadado.


Pero lo que más le gustaba eran los chicos de su edad y sus disfraces. ¡Eran geniales! ¡Parecían tan reales! Las caras pálidas de piel amarillenta, las ojeras amoratadas. Se preguntaba cómo conseguían simular que la carne se les iba cayendo a trozos al caminar. Y aquellos movimientos torpes, lentos y temblorosos. Eran, de verdad, unos estupendos actores. En esta ocasión había decidido que él iba a participar de aquel festejo. Daba lo mismo si les gustaba como si no, no le importaba que, si le reconocían, todos se pusieran a gritar como histéricos. La verdad es que no iba a necesitar disfrazarse demasiado, ahora estaba muy delgado y pálido, tampoco es que fuera el más ágil del pueblo y la ropa que tenía estaba tan vieja que podría pasar por uno de ellos.


Sentado bajo el crucifijo de los Post miró al cielo y se sintió satisfecho. Lo había pasado muy bien. Mezclado entre todos nadie se había dado cuenta de nada. Si es cierto que una de las chicas le dijo que olía mal, cuando se acercó a ella. Pero como se alejó de él rápidamente no pasó nada. Caminó despacio, dejó que algunos trozos de su piel se fueran desprendiendo de su cuerpo, pero no se atrevió a asustar a nadie, no quería acercarse demasiado y que le reconocieran.

Bueno, solo lo había hecho al pasar cerca de Peter, la actual pareja de Mery. Había sido una tontería, pero no había podido resistir la tentación. Le miró cara a cara, le arrojó el apestoso aliento de muerto y le dijo con voz entrecortada: ''¡Cuidado Peter; los muertos vivientes te vigilan...! Jajaja'' Había salido corriendo. No estaba seguro de que se hubiese dado cuenta de que era él. Cómo iba a imaginarse que Joe estaba allí entre todos ellos.
Ahora se sentía ya cansado, había sido una noche de emociones. Cruzó el camino y atravesando la losa limpiamente, se metió en la tumba de los Taylor, su familia, donde él descansaba en paz… o eso se suponía...





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