Hoy también amanece, veinte de enero, día de sorpresa, regalos y prisas y fecha de principio y final. Inolvidable. El gorrión ha venido hoy a mi balcón y ha comido las miguitas que le dejo cada día. Se ha ido rápidamente y le he mirado volando hacia el cielo, triste de nubes. Puede que se tropiece contigo, por eso le he dejado un beso porque no hay olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario