miércoles, 13 de enero de 2021

¡Con lo que te quiero!

 

 

 


 

 

 Me acurruqué de cara a la pared y me dije que tampoco había sido para tanto. Ella me miraba con cara de reproche y levantaba su dedo índice apuntándome airada.

—¡No podemos seguir así, cada día te portas peor!

Aunque se enfadara conmigo yo la quería, sobre todo cuando me llamaba con su dulce voz y me abrazaba. Podría pasarme una eternidad mirándola y otra durmiendo a su lado en el sofá. Si pudiera echaría a ese señor que viene a verla.

No se da cuenta de que solo soy un perro y si no me lleva a pasear tengo que mearme en la alfombra.

 

 

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