jueves, 18 de marzo de 2021

Pequeñas historias

 

 

 


 

 

 

La farola se yergue entre el asfalto húmedo y contempla desde lo alto las luces extrañas de las casas y sabe que está sola allí entre las frías huellas de los que caminan y no la ven. Por su interior circula una fuerza que a veces no controla, cuando se acumula se desborda y deviene en una luz blanquecina y liviana que todo lo ilumina. Es lógico que nadie lo note. Nadie puede saber que en lo más profundo en su interior se siente extraña porque lo que ella desea es ser un árbol espeso de gruesas ramas, de hojas verdes y flores blancas.

 

 


 

 

 

 

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