Ella ya sabe quién le llama, pero sigue caminando como si no le hubiera oído. Siente un escalofrío ¿qué hago? se pregunta, quisiera parar, darse la vuelta y mirarle a los ojos para ver los suyos y después dejarle hablar para que la convenza y se abracen. Pero no para porque aún no olvida que se fue hace tiempo y la dejó sola, que le dijo que volvería y no lo hizo y que, aunque le han dicho que no, aún piensa que si se fue tal vez fue culpa suya.
— ¡Sonia, Sonia! soy yo... papá
No hay comentarios:
Publicar un comentario