miércoles, 18 de diciembre de 2013

La paz es mi destino

De la Red


 









 El punto imaginario varado en la distancia
que media entre la flor y la espina,
el que cierra el final de la vía estrecha que me invita
a seguirlo y algún día alcanzaré inexorable.

Aquel paisaje familiar, de niño dormido en la niebla,
terrible a veces, siempre cansado,
que en primavera deslumbraba verde y florido,
                                                       de oro y luz el otoño,
gris cuando el invierno se adormenta.

Camino de la vida que busco y se esconde.
Entre la risa y el llanto marca el reloj de arena
el  ir y venir que mide el tiempo de mi vida
tan corto ya cuando creo que por fin llegas.

Renace el jardín de nuevo, con esa alegría
que el alma llena, renace la vida entre el polvo
que cubre la senda que en pos de ti me lleva
y los frutos del amor cuando recojo la siembra.

Acaricié la suave cintura y la línea de su boca
y encontré en ellas la gracia de las almas buenas
me recreé en la paz y el aroma de su cielo
y seguí mi camino, caudaloso río que me lleva.

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