domingo, 22 de enero de 2017

Los dos deseos de Mor









Le gustaban aquellas sábanas, eran agradables y blancas, podía admirar en ellas el contraste de la piel oscura de Mor cuando se metía en su cama.
El pequeño piso en que vivían se encontraba en un barrio popular, lleno de gente de color y muchos parados en la calle. Conoció a Mor en su trabajo en el Centro Social. Contra todos los prejuicios se habían enamorado perdidamente. Le decían que estaba loca, pero le daba igual.

Mor tenía dos deseos en su vida, uno era tener a María, el otro trabajar.

— ¿Tienes papeles?
— Aún no, los estoy esperando
— Vuelve cuando los tengas…





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