viernes, 24 de noviembre de 2017

Armas de mujer











Llevaba tres meses ensayando aquella danza, estaba ya harta de dar vueltas por el salón y rabiosa porque la esclava que le enseñaba tenía más gracia que ella. Era preciso que aquello saliera bien si quería conservar su trono.
Cuando el Cesar la vio aparecer entre los pliegues de la alfombra, menuda, ligera, apenas vestida de tules, no pudo apartar la vista de ella. Cuando bailó la danza que tanto le había costado aprender, se rindió seducido y ella supo que seguiría siendo la reina de Egipto...

- Liliput Tema: Salón de baile



 

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