Era primavera, cuando el Universo se expande en mil colores y yo estaba en el paro. Tienes que hacer algo, me aconsejaron. Siempre te ha gustado dibujar, hazlo de nuevo.
La mañana amenazaba lluvia, no había ido muy lejos cuando empezaron a caer gotas. Mientras esperaba, el semáforo me hablaba: rojo, naranja, verde y sobre los tejados, un rayo de sol y el agua pintaban Cian, añil, amarillo, violeta...
Empujado por un gran afán volví a casa y busqué mi vieja caja de acuarelas, dibujé un guacamayo de pico poderoso y todos los colores del Arco Iris.
1 comentario:
Muy chulo.
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