(Sin siquiera darse cuenta)
Sin siquiera
darse cuenta, la niña la metió en la caja. Dentro olía a viejo y estaba algo
estrecho. Pensó que se le iba a arrugar el precioso vestido de fiesta que
vestía y que le gustaba tanto. Sonrió ¡qué tontería estar preocupada por algo
así!, cuando ni siquiera sabía a dónde la llevaban.
Esa tarde Silvia
había llegado del colegio, había recogido varios de sus juguetes y los había
amontonado sobre la cama. En aquel lugar estrecho y oscuro, Mariquita
comprendió que este año le había tocado también a ella. Era Navidad y vendrían
a recogerlos para donar, como todos los años. Silvia había crecido y ya no
jugaba con muñecas.
1 comentario:
Me gustó leerte escuchando a Angelo Badalamenti, sobre todo la segunda canción del disco The Straigth Story, "Rose's Theme".
Buena selección musical para acompañar tus textos.
Publicar un comentario