(Tema La gula)
Algunas
mujeres tienen algo: las miras y te impactan, sin saber por qué. Eso me pasó a
mí con ella. Comimos un día junto a varios colegas y la deseé al instante.
Desde entonces, de vez en cuando, la invito a los mejores restaurantes, le pido
un menú copioso y la miro comer; lo hace a grandes bocados, que apenas mastica
antes de tragarlos; a menudo de su boca resbala un hilillo grasiento que me
enloquece. Yo no como, solo la observo.
Me excita de una manera irracional y ella lo sabe, sobre todo cuando sorbe los espárragos.
2 comentarios:
Un micro muy efectista, Rosa. La erótica se enlaza con la comida para su narrador, qué cosas. Lo que más me gusta es que va al revés de lo que muchas féminas piensan: comer poco, sobre todo ante tu chico, que no veas que devoras, jejeje. ¡Me ha gustado mucho!
Un beso.
Cada mujer tiene su estrategia y la pone en práctica si le dan la oportunidad. Algo así como hacen esas a las que llamamos sirenas.
Gracias por tus palabras y por la visita, Isabel.
Un beso
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