jueves, 3 de septiembre de 2015

Cuento de la mañana







Aquel hombre colgaba del árbol. Tenía la cara morada y movía un pie espasmódicamente. Sara y Pierre, que volvían a casa atravesando por aquel paraje, observaron que aún estaba vivo y decidieron bajarle, salvándole la vida. Y se lo llevaron a su casa. Transcurrido un tiempo, pudieron comprobar que aquel hombre no era bueno. Todos sus actos estaban guiados por sentimientos egoístas y malvados.

Por eso fue que, una noche, apresaron al hombre, lo llevaron hasta el árbol y volvieron a colgarle de la misma rama donde le habían encontrado.

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