(Redes Sociales)
Por mi experiencia sé que, cuando algo me entristece o me preocupa, cuando estoy con gripe o convaleciente de algo un poco más grave y en otras situaciones en las que necesito distraerme, las Redes Sociales, navegar por la Red, me proporciona entretenimiento y relajación, además de conocimiento de cosas que solo a través de este milagro puedo alcanzar.
La primera vez que me acerqué a un ordenador fue para jugar al Oh Mummy, lo hice de la mano de mi hijo pequeño, que era un forofo del asunto. Luego pensé que ese aparato era interesante para los ratos de ocio y me dediqué a darle vueltas a ver si aprendía a manejarlo. Había mucho que investigar allí; me apunté a un curso de lo más básico para no andar tan perdida y comencé mi aventura por las Redes Sociales.
Parece sencillo pero no lo es, conocer gente
que sintonice contigo y entrar en un grupo donde se hable y discuta de lo que
te interesa, educadamente, no es fácil, no. Pasé de una página a otra, algunos
chats que pronto me descubrieron que hay muchos que no saben estar. Busqué
páginas de personas de mi edad y en una encontré un grupito que se interesaba
por los temas que me gustaban a mí: la música, la pintura, los libros, no soy una
experta en estas cosas, pero me gusta conocer otras opiniones y aprender. Fue
divertido comprobar que podía atraer la atención de algunos usuarios que me confirmaron
lo que muchos dicen: Internet es el reino del ligoteo y del engaño. Una tarde
tuvieron que llevarme al hospital con una parada cardiaca y cuando volví a casa
yo ya era otra persona y mi vida había cambiado de activa y variada a rutinaria
y sedentaria.
Durante bastante tiempo pasé mis días
tranquilamente sentada, así que utilicé las Redes Sociales como si fueran el
parque cercano, donde me encontraba con gente conocida, o podía escuchar buena
música, comentar libros, escribir pequeños relatos de aficionada.
No podía comprender como todos a mí alrededor
se sorprendían de mi afición a este entretenimiento, traté de explicarlo pero pronto dejé de hacerlo y me dediqué a lo que me gustaba
.
Tenemos un grupo cerrado, somos pocos porque
es más sencillo organizarlo, nadie manda, se habla de todo, a veces se discute
de algo, pero siempre con respeto. Y no hace demasiado nos reunimos en mi
ciudad y nos conocimos personalmente. Todos éramos tal y como habíamos dicho,
no hubo sorpresas,aunque eso ya lo sabíamos.
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