miércoles, 8 de diciembre de 2021

A la vida

 

 

 

 




 


 

Es el comentario del día, lo es desde hace unas semanas: ¡Cómo llueve! Las calles brillan por el agua que las riega y cuando se sequen, estarán limpias y relucientes. Es difícil mantenerse optimista viendo este cielo diabólico, que lanza rayos que iluminan la noche, atruena el silencio y estas nubes negras que, de pronto se abren y dejan escapar unos rayos de sol mortecinos. En días así apetecería regresar a la edad tonta, esa en la que tienes alguien en quien pensar, cuando no te importa salir jarreando para acercarte a la plaza a comprar churros o entrar en un cine a ver una película horrible sin lamentarte porque tienes los pantalones hundidos y los pies fríos.

Cuándo se empieza a ver la vida desde un ventanal. Es absurdo porque tu mente vuela y se aleja sin pedirte permiso. Cuando se dice uno: eso no te corresponde, ese o esa no están ahí para ti. Ya no subes, bajas. Al principio no te das cuenta, poco a poco observas que hay pequeñas cosas que ya no te permites, hasta que asumes que muchas las ves desde tu ventana. Sea como sea y aunque solo sea en el rincón de los sueños, has decidido hacer lo que quieras. Haces bien. Y que sepas que esto es una declaración de amor. Sí, te lo digo a tí.




 

1 comentario:

Antonio Aragüés Giménez dijo...

Eso sucede “cuando el tiempo te alcanza “.