sábado, 23 de enero de 2021

Sensaciones

 

 

 

 

                                


 

 

Cuando un rayo de sol atraviesa la ventana y miro a mi alrededor, contemplo el desorden tan ordenado de mi casa, las cosas que traje con ilusión de mis viajes, las que me regalaron, las que compré porque me emocionaron de alguna manera. No son de más valor que el que tienen para mí en las diferentes etapas de mi vida. Pero sobre todo contemplo los lugares que quedaron vacíos y los que ahora ocupan otros y comprendo que así es como debe ser y que tengo que estar agradecida.

En ese momento, de manera inexplicable, una felicidad transparente llena mi corazón, tiene un punto de tristeza y otro de alegría y entonces lo comprendo todo y todo lo agradezco porque ese momento fugaz es el resultado de las alegrías y las penas propias de vivir. Dura un segundo, tal vez dos, pero sé que es mejor así para que yo esté atenta para cuando vuelva a suceder, porque intuyo que pasará de nuevo y esa puerta que se abre sin avisar me mostrará apenas un retazo del futuro, mucho más allá de la vida.